Ernesto Belloni, conocido popularmente como Che Copete llega al cine en Octubre próximo con Che Kopete: la película. Lo que veríamos en widescreen junto a un varietal en la mano, sería mas o menos así:
Desde que lo bautizaron con Gato Negro en el pueblo “La Roca” y sus taitas pasaron a mejor vida, Che Copete (Belloni), toma la primera micro que pasa a la ciudad y decide cambiar de vida.
Ya instalado en la urbe, una peuca, decide encargarle a su retoño y las cosas se complican cuando ella es sometida a un extraño ritual.
La hermana de la víctima, que es una colega 10-4 del Gope de Curacautín (Paola Castro), decide tomar la justicia con sus propias manos y va tras la pista de los responsables. Quien lidera la banda enemiga es Dolores (Elvira López) y sus secuaces (Sebastián Layseca, Edison Díaz, David Olguisser).
Nuestro héroe, “Che Kopete” tiene el antídoto contra el veneno que matará a todoChile.
Risas para los más escépticos es lo que prometen con esta película, dirigida por León Errázuriz (Mala Leche).Por mientras veamos el wepsait del Che Copete.

En este auspicioso contexto, la industria nacional de cine, abre puertas a interesantes y novedosos nuevos proyectos y propuestas. Es así como la prestigiosa Productora Nueva Imagen, el destacado director León Errázuriz, el prolífico guionista Mateo Iribarren y el mismísimo Gustavo Graef Marino, como Productor Ejecutivo, han tomado las riendas de Che Kopete, La Película, un proyecto anhelado por años, tanto por un público cautivo y ansioso, como el propio personaje humorístico, de la mano del comediante Ernesto Belloni.
Es así como este año, la renovada industria nacional nos regalará otra de sus ya acostumbradas buenas sorpresas, el film Che Kopete, La Película, donde el nombre del tradicional personaje por primera vez y, acorde a los nuevos tiempos, cambia la tradicional C por una K, siendo uno de los muchos cambios en un personaje que creció, que cambió y se vino al cine.
HITOS DE LA RENOVADA INDUSTRIA CINEMATOGRÁFICA CHILENA
Es definitivo, el cine nacional ha cambiado considerablemente. Las nuevas generaciones de cineastas, los cada vez mayores y provechosos coqueteos con el marketing, la profesionalización de la producción ejecutiva, la originalidad y diversidad de guionistas y sus historias, el aumento y modernidad de las salas de exhibición, sumado a un vigoroso Consejo Audiovisual, el término de la censura previa y una nueva Ley de Cine, han dado un gran espaldarazo a la industria cinematográfica chilena.
En definitiva, ya no hay un director solo contra el mundo en busca de contar una historia, sino una verdadera industria que asegura gestión, calidad y, sobre todo, muy buenas historias para el cine nacional.
Esta creciente industria cinematográfica comienza a destacar durante el inicio de la década de los '90, siendo estos, los años de despegue de un nuevo boom del cine nacional, con cintas fundamentales, como Johnny Cien Pesos (1993), de Gustavo Graef Marino.
Hoy, el cine chileno tiene un enorme crecimiento. Los estrenos son cada vez numerosos, al igual que las temáticas y géneros y cuenta con un público ya fiel, que se acostumbra día a día a nuestros éxitos de taquilla y al reconocimiento internacional.
La nueva camada de cineastas e historias, se ve representada por premiadas cintas en el exterior, por guiones seductores e impecable factura, como la premiada Mala Leche (2004), dirigida por León Errázuriz, o El Chacotero Sentimental, con guión de Mateo Iribarren, dejando en claro que el nuevo cine chileno muestra hoy su mejor cara, una mirada moderna, audaz y cada día más profesional. Es esta maduración hacia distintas temáticas y géneros, es imposible no destacar las nuevas magnitudes de producción, destacando el éxito de la superproducción de época Subterra (2003),